¿Coincidencias?

Pues el sabadaba, yo andaba muy campante por la vida hasta que alguien me recordó que era día de la Candelaria. No obstante que un día antes junto con Nohé, Paty y todos los de la empresa, nos habíamos deleitado con una muestra de la tan gustada vitamina T contenida en unos tamales verdes, rojos y de mole bien ricos, acompañados (en mi caso por un cierto desorden genétco-alimenticio) por champurrado a base de agua, yo no recordaba la fecha. Pues bien, yo no soy católico, antes si, pero ahora ya no, es de sabios rectificar y si Hugo pudo, yo me canso (y me siento)...

Entonces Dios decidió que estos debían ser los daños de mi pérdida de fe:

1. Cortar las ramas de un árbol indefenso, que luego resultó no ser tan indefenso y arremetió en contra mía (y de la iglesia) con polvo (¡soy alérgico al polvo!), astillas (¡tengo manos delicadas!) y cargo de conciencia, pero como el señor que me las pidió me dijo que "el árbol sólo es para el servicio de la iglesia..." me qudé más tranquilo...
2. Sufrí de insolación, quemaduras de tercer grado por el Sol, perdí a mis padres y la dignidad (en una de esas), me empujaron, me metieron zancadilla, me picaron un ojo y... una señora me regañó porque consideró que su niñodiosvestidodeangelito era más importante que una niña de carne y hueso...
3. En la carretera, una piedra (de esas que hacen las veces de balas perdidas) me golpeó en el dedo meñique de la mano derecha y aún tengo hinchazon, luego calculé que eso podía ser una ventaja porque después de todo ¿cuál es la probabilidad de que en espacio abierto, una piedra suelta en la carretera te pegue en el dedo meñique derecho?... ¡astronómicas! ¡me puedo sacar el melate!
4. Me gasté 700 pesos... ¡para alguien tan codo como yo, eso es una maldición!

Y ya.

¿Será que Dios me necesita como su ferviente creyente? ¿Me necesita como aliado? ¿Como empelado? ¿Me extraña?...

No sé, pero de que el sabado sufrí, sufrí.

P. D. Además una muchacha se desmayó y una niña decidió tener en su casa a "Chucho el roto"...