Maravilloso que esa ecuación sea por el único y simple hecho de que es la forma más rápida (según mi mente de niño de 6 años, mala en matemáticas) de llegar al 100.
¿Ya se dieron cuenta de que ya nadie en la vida llega a 100? Es triste y más cuando me pongo a pensar que cuando era niño yo imaginaba a mis padres muertos y me daban ganas de llorar porque los extrañaría. Y entonces se me ocurrió que les quedaban 82 años de existencia (mis padres tenían entonces 28, qué curiosa coincidencia numérica) porque ellos, como todos los mortales, viviríamos 100 años... Yo siendo miedoso, como siempre lo he sido, encontré consuelo al pensar que así sería y entonces, rendido por las horas, caía dormido pensando en el partido de fútbol del día siguiente...
Qué lindo era ser niño. Soñando con el futuro que estaba tan lejano y lleno de promesas de universidades y becas y cosas que en realidad sólo te importan cuando hablas "en serio" con tu mamá. Pero era lindo saber que podías ser todo. Que lo único que tenías como límite era tu imaginación. La bella época de la niñez que jamás vovlerá.
Hoy quisiera volver el tiempo para vovler a vivir. Para volver a no sentir peso en el corazón. Para soñar de nuevo con los cometas y las brujas de día de muertos. Quisiera sentir de nuevo el llanto en mis ojos causado por no ver Topo Giggio...
Quiero sólo recordar lo dulce. Los goles de cuando fui el 10, los besos de la noche aquella donde morí de sed...
Hoy yo no tengo 100 amigos, porque no los quiero ya que olvidaría sus nombres. Yo sólo quiero los 3 que me quedan porque son suficientes para un alma llena de otras cosas, pero con la certeza de que jamás me abandornarán por negras que sean las circunstancias. Tampoco necesito 100 pesos en la bolsa a menos que vayamos a cenar camarones con queso. No, la vida es otra cosa. La vida está llena de aire, de sol, de nubes... de viajes. Yo quiero libertad para todos, quiero libertinaje, quiero excesos; pero al mismo tiempo, necesito la tranquilidad de hacer siempre lo correcto según mi consiencia, al diablo las normas, las leyes, las reglas; se trata sólo de poder dormir sin discutir con la almohada...
Me van a disculpar todos pero lo que yo he aprendido de la vida es que uno debe almacenar recuerdos. Para que al final, no haya más que desear. Yo quiero morirme siendo un niño, yo quiero morirme a los 100 años (75 contigo).
La verdad hoy me siento triste.